7. JESÚS SIGUE VIVO. ¡ALELUYA!

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7. Jesús sigue vivo. ¡Aleluya!. Tema en
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“No camines delante de mí que no te podré seguir.

No camines detrás de mí que no te podré conducir.

Camina justamente junto a mí para sencillamente ser mi amigo”

(A. Camus).

 

A)    INTRODUCCIÓN

-       Profundizamos con esta celebración los temas 21 al 23 del núcleo temático V (“Jesús entrega su vida por nosotros”) del Catecismo Jesús es el Señor. Después de haber reflexionado en el último encuentro (de marzo) en la entrega hasta la muerte de Jesús, nos proponemos hoy celebrar gozosamente la otra cara de su muerte: la resurrección. El Crucificado es el Resucitado que sigue vivo en el Espíritu.

 

Material necesario

-       Guión para la celebración Jesucristo sigue vivo, Aleluya.

-       Hoja para los padres

-      Hoja o postal con Jesús resucitado. Puede añadirse el texto de M. Teresa de Calcuta.

-       Hogaza o barra de pan y un vaso o una jarra con vino.

-       Cirio pascual.

-       Velas para todos los niños.

-       Globos.

-       Cartel de Carmen Corrales, de Silos u otro adecuado

 

Material catequético complementario:

- Hablamos con nuestro Padre Dios 2 [Sevilla] 125-127. Conocemos y caminamos con Jesús 3 [Sevilla], pp.156-158. Conocemos a Jesús [Región del Duero] 100-102. Nos encontramos con Dios: Celebración del perdón [SM] 114-115. Dios es nuestro Padre 1 (Madrid) 108-110.

 

B)    OBJETIVOS

-       Profundizar celebrativamente en el núcleo temático V.

-       Que los niños (y sus familias) experimenten que Jesús sigue vivo y camina con nosotros.

-       Que los niños (y sus familias) se animen a hablar más con Jesús y a compartir más el tiempo, las cualidades y las cosas con los demás.

 

C) DESARROLLO DE LA CELEBRACIÓN

- Habrá dos momentos claramente diferenciados: en el primero (de unos 25 minutos) se reunirán por separado los padres y los hijos; en el segundo (de unos 30 minutos) se juntarán los padres con los hijos y sus catequistas.

 

C.1 MOMENTO SEPARADO DE LOS PADRES Y LOS NIÑOS (unos 25 minutos).

*    Los niños: Reunidos cada uno con su catequista trabajan en diversas cuestiones. Si solo es un grupo preparará la representación de los discípulos de Emaús.

Si son varios: a/ un grupo preparará la representación (las ideas para ello están en el relato más abajo);

b/ otro grupo hablará sobre la importancia del compartir para parecerse a Jesús y se pedirá a cada niño que haga un dibujo que exprese algo sobre el compartir;

c/ otro grupo dialogará sobre lo que les dice Jesús a los discípulos y lo que le dicen estos a Jesús.

*     Con padres el guía puede partir de esta pregunta: ¿Tengo presente que Jesús está vivo? ¿Es alguien del pasado o del presente?” El guía planteará la pregunta y animará a responder a los padres. Si piensa que la pregunta es demasiado abstracta y difícil de responder puede prescindir de este diálogo inicial.

A continuación el guía leerá el pasaje de Jesús con los discípulos de Emaús (Lc 24,13-35) y lo comentará brevemente subrayando la importancia que tienen en él: la oración (en cuanto diálogo con Jesús) y la generosidad (tanto de los dos discípulos como de Jesús) para percibirle vivo.

Pistas para la explicación del relato

1. Presencia de Jesús en nuestra desesperanza

* “Dos discípulos iban de camino... conversando de todo lo que había pasado” (vv.13-14).

- La vida como camino.

- Desesperanza ante lo que nos ha estado pasando: signos (tristeza, huida), profundidad de esa desesperanza (“La verdad es que algunas mujeres..., algunos de los nuestros” [vv.22-24]).

* “Jesús en persona se les acercó y se puso a caminar a su lado, pero algo les impedía reconocerlo” (vv.15-16).

- Presencia de Jesús que no es reconocida porque esperaban un dios a la medida de sus deseos (“Esperábamos que sería el libertador de Israel pero...” [v.21]).

* “¿Qué es lo que vais conversando juntos por el camino?” (v.17).

- Jesús se interesa por su vida concreta: les pregunta por sus esperanzas rotas, les escucha, les comprende.

* “¡Qué poco entendéis y cuánto os cuesta creer..! ¿Acaso no era necesario que el Cristo padeciera para entrar en su gloria?” (vv.25-26).

-   Jesús les explica en profundidad lo que han vivido y están viviendo. Centralidad del misterio pascual: muerte y resurrección (como dos caras de una misma moneda).

* “¿No sentíamos arder nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?” (v.32).

-     El diálogo con Jesús les ayuda a comprender el sentido profundo de lo que habían vivido y a recuperar la esperanza y la alegría.

  1. La acogida del hermano como camino para el desvelamiento de Jesús

* “Jesús aparentó seguir adelante... Quédate con nosotros, porque cae la tarde” (vv.28-29).

-  El prójimo como ‘el próximo’ que encontramos en el camino de la vida (familia, necesitado, emigrante...).

-   No dejarle caminar solo en la oscuridad de la noche.

-   No valen las meras palabras e intenciones hay que comprometerse en la acogida: “Quédate” (cf. en este sentido la parábola del buen samaritano [Lc 10,25-37]).

  1. Descubrimiento pleno de Jesús al partir el pan: la Eucaristía

* “Tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio. En ese momento se les abrieron los ojos y lo reconocieron” (vv.30-31).

-  Comprensión de la vida como don recibido y que pide ser entregado gratuitamente. Se entiende muy bien con las palabras del ofertorio de la misa: “Bendito seas Señor, Dios del universo, por este pan fruto de la tierra y del trabajo del hombre que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos, el será para nosotros pan de vida”.

* “En ese mismo momento se levantaron para volver a Jerusalén” (v.33).

-  El encuentro eucarístico con Jesús lleva a la comunidad: cuerpo de Cristo formado por los que son alimentados por Él.

  1. De la desconfianza en las palabras de Jesús y en la comunidad (pecado) a la confianza y comunión recuperada (reconciliación)

* “¡Cuánto os cuesta creer lo que anunciaron los profetas! ¿Acaso no era necesario que el Cristo padeciera para entrar en la gloria?” (vv.25-26).

-  Los discípulos, al frustrar la muerte de Jesús sus expectativas, rompen con Jesús y con la comunidad ‘huyendo’ de Jerusalén.

-  Jesús sale a su encuentro para recuperarles (sanarles). No les condena sino que les ayuda a leer en profundidad su desesperanza y a reincorporarse a la comunidad.

Preguntas para un posible diálogo:  

o  ¿Cómo es el diálogo de los discípulos con Jesús: qué le dicen? 

Le abren su corazón: “Nosotros esperábamos… ¿Eres tú el único que no sabe lo que ha pasado?” Luego le piden: “Quédate con nosotros…”

o ¿Qué gestos de generosidad tiene Jesús con los dos discípulos?

Se acerca, les pregunta por su tristeza, les habla pacientemente, acepta su hospitalidad, parte el pan con ellos, desaparece una vez que los ha recuperado…

o   ¿Qué gestos de generosidad tienen los dos discípulos con aquel caminante desconocido?

Le dejan acercarse a Jesús, le invitan a quedarse para cenar y descansar…

 

 

 

 

C.2 CELEBRACIÓN CONJUNTA PADRES-NIÑOS-CATEQUISTAS-GUÍA DE PADRES- SACERDOTE (unos 30 minutos)

1. Mientras entran los niños a la sala en la que están los padres puede ponerse música de fondo o cantarse una canción pascual alegre. Puede ser alguna de las siguientes: Yo estoy alegre, Yo tengo un gozo en el alma, Dios es alegre, Hoy el Señor resucitó.

 

También se podría ambientar la sala con alguna representación de Emaús, como el bello dibujo que hizo Carmen Corrales (editorial CCS), el relieve de Silos, representado en el cartel del Sínodo de Burgos u otro que se vea oportuno.

ESTOY ALEGRE

ESTOY ALEGRE. ¿POR QUÉ ESTAS ALEGRE? ESTOY ALEGRE. DIME POR QUÉ.

ESTOY ALEGRE. ¿POR QUÉ ESTAS ALEGRE? ESO QUIERO YO SABER.

Voy a contarte, quieres contarme, la razón de estar alegre así. Cristo un día me salvó y también me transformó y por eso alegre estoy.

YO TENGO UN GOZO EN EL ALMA

Yo tengo un gozo en el alma, grande gozo en el alma, grande gozo en el alma y en mi ser. ¡Aleluya! ¡Gloria a Dios! Es como un río de agua viva, río de agua viva. Río de agua viva en mi ser.

No te avergüences y alaba a tu Señor, no te avergüences y alaba a tu Señor, da gloria a Dios, gloria a Dios, gloria a Él, no te avergüences y alaba a tu Señor.

Con alegría, alaba a tu Señor, con alegría, alaba a tu Señor, da gloria a Dios, gloria a Dios, gloria a Él, con alegría, alaba a tu Señor.

Ama a María y alaba a tu Señor, ama a María y alaba a tu Señor, da gloria a Dios, gloria a Dios, gloria a Él, ama a María y alaba a tu Señor.

Ama a tu hermano y alaba a tu Señor, ama a tu hermano y alaba a tu Señor, da gloria a Dios, gloria a Dios, gloria a Él, ama a tu hermano y alaba a tu Señor.

DIOS ES ALEGRE

Si Dios es alegre y joven, si es bueno y sabe sonreír, ¿por qué rezar tan tristes, por qué vivir sin cantar ni reír? Todas las flores y las estrellas, las cosas bellas las hizo Dios, el temblor de una mirada en una niña enamorada, la ternura de una madre, todo es sonrisa de Dios.

Dios es alegre, Dios es alegre. Dios es alegre y es amor. Dios es amor.

Si Dios busca mi alegría, si Dios me quiere hacer feliz, ¿por qué callar mi canto si es oración mi canción juvenil? Él dio al arroyo su melodía y al nuevo día un ruiseñor. Dios alegre, Dios amigo, el Dios que siempre va conmigo compartiendo mi esperanza, brindando vida y amor.

HOY EL SEÑOR RESUCITÓ

Hoy el Señor (hoy el Señor) resucitó (resucitó) y de la muerte nos libró.

Alegría y paz, hermanos, que el Señor resucitó.

Sobre la cruz Cristo venció y el sufrimiento iluminó.

Porque esperó, Dios lo libró y de la muerte nos salvó.

El pueblo al fin la vida halló: nuestra desdicha terminó.

La luz de Dios ya nos llegó; la nueva vida nos llenó.

Levanten hoy su rostro a Dios, que en Él nos llega salvación.

Y al esperar encontrarán resurrección y libertad.

2. Monición inicial: Hoy queremos celebrar que Jesús no está muerto. Su Padre Dios lo resucitó y está vivo. Para nosotros –como para toda la Iglesia- es un motivo de gran alegría. Vamos a ver una escenificación que han preparado los niños. Los papás también la habéis preparado a vuestro nivel.

 

Escenificación de Emaús: Jesús camina con nosotros.

GUÍA: Cuando Jesús resucitó, visitó muchas veces a sus amigos que estaban muy tristes y les dijo que estuvieran alegres y que fueran por todos los pueblos diciendo que estaba vivo. También dijo que caminaría siempre con sus discípulos y amigos. Vamos a verlo.

NARRADOR: Los amigos de Jesús estaban muy tristes porque Jesús había muerto y no creían que pudiese estar vivo. Así que se volvían a Emaús, su pueblo [Aparecen dos niños hablando y caminando. Cada uno puede llevar una mochila al hombro]. Mientras iban caminando y recordando las cosas tan tristes que habían vivido esos días, se les acercó Jesús, pero ellos no lo conocieron y creyeron que era un caminante [Por un lado entra Jesús. Tres voces distintas leen las intervenciones de Jesús y de cada uno de los caminantes].

JESÚS: ¡Buenas tardes, amigos! Os veo muy tristes. ¿Qué os pasa?

CLEOFÁS: Pero, ¿de dónde vienes tú? ¿No sabes que a Jesús de Nazaret lo han matado clavándolo en una cruz?

OTRO DISCÍPULO: Él nos dijo que a los tres días resucitaría, pero han pasado los tres días y no lo hemos visto.

JESÚS: Yo pienso que lo que Él dijo se tiene que cumplir porque la Biblia así lo dice.

NARRADOR: Los dos discípulos lo miraban con mucho interés porque le notaban algo especial. Al llegar a Emaús era casi de noche y Jesús pensaba seguir su camino, pero los dos amigos le dijeron:

CLEOFÁS: No te vayas. Quédate a cenar con nosotros porque se está haciendo de noche.

OTRO DISCÍPULO: Si, quédate y seguiremos hablando. Nos gusta mucho escucharte.

JESÚS: Gracias por la invitación. Me quedaré con vosotros a cenar.

[Se sientan a la mesa y pueden sacar de las mochilas pan, vino y otros alimentos. Mientras se prepara la mesa puede ponerse una música de fondo].

NARRADOR: Cuando estaban cenando, Jesús tomó el pan, lo partió y les dijo [Mientras Jesús va partiendo el pan en varios trozos]:

JESÚS: Tomad todos de este pan que os doy. Y vosotros, niños y todos los que estáis aquí conmigo, tomad también de este pan [El que hace de Jesús entrega un trozo de pan a cada niño y participante. Si son muchos, le ayudan los dos discípulos].

Una vez que han recibido el trozo de pan, el guía o sacerdote invita a todos a pensar un poco en el pan como alimento de nuestra vida física y en Jesús como alimento para nuestra vida como amigos suyos. Después pide a todos que se coman el pan en dos bocados. Antes de dar el primer mordisco se les anima a expresar con ese bocado el deseo de alimentarse de la Palabra de Dios y antes del segundo mordisco se les invita a pensar en el día su primera comunión y a desear alimentarse de Jesús eucaristía.

NARRADOR: Entonces los dos discípulos recordaron lo que había pasado en la cena de despedida antes de morir y se dieron cuenta de que era Jesús.

CLEOFÁS: ¡Pero si tú eres Jesús! ¡Has resucitado de verdad! ¡Qué alegría!

OTRO DISCÍPULO: [Se pone en pie] ¡Vamos corriendo a decírselo a los que se han quedado en Jerusalén, que también estaban muy tristes! Y vamos a comunicárselo a todo el mundo. [Desaparece Jesús]

NARRADOR: Y fueron corriendo a decirles a todos que Jesús ha resucitado.

CLEOFÁS [dirigiéndose a todos los presentes] Jesús está entre nosotros porque está vivo. El camina a nuestro lado.

-       En este momento –para expresar la alegría porque Jesús está vivo- puede cantarse un Aleluya. Conviene que el guía lo motive con estas palabras u otras semejantes: Vamos a cantar ahora el aleluya. Aleluya significa: ¡Viva Dios! Y ¡Alabad a Dios! Y quiere expresar algo semejante a lo que sucede cuando decimos: Visca el Barca, Hala Madrid o Viva España. Hoy queremos cantar con alegría que Viva Dios porque está vivo en Jesús Resucitado.

Puede cantarse: Aleluya, aleluya, es la fiesta del Señor, aleluya, aleluya, el Señor resucitó; o bien Aleluya, aleluya, el Señor es nuestro rey (bis), o bien: Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya, aleluya, aleluya, el Señor resucitó (de Brotes de Olivo), o bien un aleluya alegre que se cante en las celebraciones de la parroquia.

EL OTRO DISCÍPULO se acerca al cirio pascual, lo enciende, lo coge en sus manos y ofrece su luz a todos los participantes para que enciendan en él las pequeñas velas que se les han entregado.

NARRADOR: Mirad niños y padres. Este cirio representa que Jesús está vivo y camina con nosotros. Él nos alumbra con su luz para que nosotros le conozcamos y podamos anunciar a los demás que está vivo y por eso nosotros estamos alegres, nos ayudamos y nos perdonamos. Encended ahora vuestras velas en este cirio y sentaros en vuestro sitio.

Mientras se encienden las velas puede cantarse: Este es el día o El Señor es mi luz.

ESTE ES EL DÍA EN QUE ACTUÓ EL SEÑOR

Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. ¡Aleluya, aleluya!]

EL SEÑOR ES MI LUZ A QUIEN TEMERÉ

El Señor es mi luz y mi salvación, el Señor es la defensa de mi vida. Si el Señor es mi luz, ¿a quién temeré? ¿quién me hará temblar?

Ahora mirad unos momentos la llama. Está juguetona y alegre ofreciéndonos su luz y calor. También nosotros tenemos que ofrecer luz, alimento y cariño a todas las personas al estilo de lo que nos cuenta la Madre Teresa de Calcuta.


3. Lectura y comentario de uno de los dos textos de Madre Teresa de Calcuta el niño que le ofreció su azúcar o la familia que compartió el poco arroz que tenía con una familia vecina.

Ese niño me enseñó a amar

Una vez, en Calcuta, no teníamos azúcar para nuestros niños. Sin saber cómo, un niño de cuatro años había oído decir que la Madre Teresa se había quedado sin azúcar. Se fue a su casa y les dijo a sus padres que no comería azúcar durante tres días para dárselo a la Madre Teresa. Sus padres lo trajeron a nuestra casa: entre sus manitas tenía una pequeña botella de azúcar, lo que no había comido. Aquel pequeño me enseñó a amar. Lo más importante no es lo que damos sino el amor que ponemos al dar.

Para amar hay que tener el valor de compartir.

En una ocasión, por la tarde, un hombre vino a nuestra casa, para contarnos el caso de una familia hindú de ocho hijos. No habían comido desde hacía ya varios días. Nos pedía que hiciéramos algo por ellos. De modo que tomé algo de mi arroz y me fui a verlos. Vi cómo brillaban los ojos de los niños a causa del hambre. La madre tomó el arroz de mis manos, lo dividió en dos partes y salió. Cuando regresó le pregunté qué había hecho con una de las dos raciones de arroz. Me respondió "Ellos también tienen hambre". Sabía que los vecinos de la puerta de al lado, musulmanes, tenían hambre. Quedé más sorprendida de su preocupación por los demás que por la acción en sí misma. En general, cuando sufrimos y cuando nos encontramos en una grave necesidad no pensamos en los demás. Por el contrario, esta mujer maravillosa, débil pues no había comido desde hacía varios días, había tenido el valor de amar y de dar a los demás, tenía el valor de compartir.

- Después de hablar sobre el texto, si hay niños que han preparado algo sobre el compartir lo dicen y enseñan y explican los dibujos que han realizado.

4. Ir donde están sus padres (si están) o con la catequista para dialogar con ellos sobre la manera concreta de expresar que Jesús está vivo en su vida familiar y en el cole. Escribir uno o dos pequeños compromisos para ponerlo en práctica y una oración pidiéndole o agradeciéndole algo.

5. Acabar con una canción. Puede ser: Creo en Jesús o Alabaré.

CREO EN JESÚS

Creo en Jesús, creo en Jesús, Él es mi amigo, es mi alegría, Él es mi amor. Creo en Jesús, creo en Jesús, Él es mi salvador.

Ayudó al enfermo y le trajo la felicidad; defendió al humilde, combatió la mentira y el mal.

Creo en Jesús, creo en Jesús, Él es mi amigo, es mi alegría, Él es mi amor. Creo en Jesús, creo en Jesús, Él es mi salvador.

Enseñó a Zaqueo a partir su hacienda y su pan; alabó a la viuda porque dio cuanto pudo ella dar.

Creo en Jesús, creo en Jesús, Él es mi amigo, es mi alegría, Él es mi amor. Creo en Jesús, creo en Jesús, Él es mi salvador.

ALABARÉ

ALABARÉ, ALABARÉ, ALABARÉ, ALABARÉ, ALABARÉ A MI SEÑOR (2)

Todos unidos, alegres cantamos, gloria y alabanzas al Señor. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu de amor.

Somos tus hijos, Dios Padre eterno, Tú nos has creado por amor. Te adoramos, te bendecimos y todos cantamos en tu honor.  

 

6. Palabras finales del guía: “Hemos terminado nuestra celebración, pero cada domingo nos podemos reunir para celebrar que Jesús está vivo en la eucaristía. La celebración del domingo es también una de las señales de que somos cristianos, amigos de Jesús. Llevaos estos globos y colocadlos en vuestra casa como recuerdo de que Jesús está vivo”.

Y se entrega un globo a cada participante.